mercredi 16 décembre 2020

Niegan la detención domiciliaria del Profesor Mario Sandoval por publicar en “Prisionero en Argentina”.

 

Niegan la detención domiciliaria del Profesor Mario Sandoval 

por publicar

en “Prisionero en Argentina”.

 

Así le dictamino, en un fallo político e ideológico, el 9 diciembre pasado la Sala II de la cámara federal de casación penal, integrada por los jueces Alejandro W. Slokar, Guillermo J. Yacobucci, y Carlos A. Mahiques (causa CFP; 14217/2003, Registro N°:2078/20, recurso de casación) negando el arresto domiciliara de Mario Sandoval, presidente de Casppa France.

Los nefastos personajes miembros de casación actúan en realidad como actores políticos sometidos al poder ejecutivo y a las organizaciones mal llamada de derechos humanos, al obtener un redito personal con sus decisiones judiciales. Los jueces federales de Argentina no son la solución, son el problema para todo el país. La corrupción los enceguece.

Así,  a lo largo de 10 páginas indigestas de una supuesta racionalidad y lógica jurídica transcribiendo su voto, el militante (corrupto) Alejandro Slokar, haciendo suyas las declaraciones de la Señora Flavia A. Fernández Brozzi en representación de la querella unificada en Carlos García, dijo  : En cuanto a los riesgos procesales, la querella destacó que “…la concesión del arresto domiciliario reiteradamente solicitado implica un serio riesgo procesal, y más aún, para la seguridad de sobrevivientes y familiares de víctimas del terrorismo de Estado”, ya que el encausado “…sistemáticamente ha proferido calumnias, amenazado e incitado a la violencia contra integrantes del organismo de derechos humanos H.I.J.O.S. a través de publicaciones en el portal ‘Prisionero en Argentina’, arengando a un colectivo indeterminado de personas a tomar las armas en defensa de la República contra los integrantes de dicho organismo”.

El juez (militante) Slokar no quiere reconocer (el derecho fundamental) que publicar es un derecho fundamental, es uno de los derechos humanos más importantes, es la Libertad de expresión, opinión, pensamiento, previsto, por ejemplo, en : artículos 4, 10, 11 de la Declaración de los Derechos Humanos y del Ciudadano 1789 ; articulo 19 de la Declaración Universal de los Derechos del Hombre 1948 ; articulo 4 del Pacto Internacional de los Derechos Civiles y Políticos 1966 ;  articulos 9 & 10 de la Convención Europea de Derechos Humanos 1950 ; articulos 11& 13 de la Convención Americana sobre los Derechos Humanos ; las Constituciones de países democráticos. Lo contrario sería vivir en una dictadura. Por otra parte, ante la denuncia de un delito de acción privada (con nombre de autor y victima), el juez Slokar debe solicitar la intervención del fiscal para la investigación de una posible comisión de delito, y identificar sus autores. Pero, lo más sorprendente es este juez, nunca denuncio los delitos cometidos públicamente por la organización HIJOS a realizar eses escraches, de manera organizada y sistemática. Salvo si vive en otro país puede argumentar ignorar los.

Independencia, objetividad e imparcialidad de la justicia están en ausente de las decisiones jurídicas de estos personajes. Deben ser juzgados por violar constantemente los derechos humanos de las personas que no integraron las organizaciones terroristas en los años 70.

El profesor Mario Sandoval lleva mas de 900 artículos publicados sobre la farsa e, los inoperantes juicios de lesa-humanidad, la politización y la corrupción en la justicia federal argentina. Una vece mas la justicia y sus cómplices coyunturales tratan de ultrajar la personalidad del presidente de Casppa France.

¿Cuál es el delito que cometió el profesor Sandoval? ¿Publicar en el sitio de “¿Prisionero en Argentina” o hacer uso del derecho fundamental de publicar sus ideas libremente, expresar su opinión? La justicia federal argentina busca excusas primarias, políticas y hasta de animadversión para negar derechos humanos esenciales. 

Casppa France

16/12/2020.


 

 

mardi 15 décembre 2020

El año 2020, año 0 de “los Derechos humanos” en Argentina.

 

El año 2020, año 0 de “los Derechos humanos” en Argentina.

El 15 de diciembre de 2019, Mario Sandoval era extraditado hacia la Argentina, su llegada al día siguiente al aeropuerto de Buenos Aires, donde fue rodeado por fuerzas de policía argentinas triunfales y super armadas, en una puesta en escena sabiamente orquestada para los medios locales era un adelanto de lo que se esperaba.

En ese momento su estado de salud era incompatible con un interrogatorio o con la mínima declaración (y luego de un viaje agotador dónde lo habían mantenido permanentemente esposado) fue inmediatamente presentado al Juez argentino a cargo de la “instrucción”.

La misma había sido escrita hacía tiempo y solo faltaba completar  algunos espacios en blanco por el juez, que por supuesto, cerraba de esta manera el asunto  que ya había sido arreglado. No había necesidad de hacer una audición, ya que era culpable. Y sobre todo  que no dejó de pedir para ser escuchado y siempre estuvo a disposición de la justicia.

Hay que decir que el “proceso” de Mario Sandoval había comenzado 11 años antes por un artículo absurdo publicado en la”Pravda” argentina, retomado por todos los”  testigos” en sus declaraciones y por el juez. Inútil entonces juzgarlo o perderse   en el trabajo de investigación, ya que todo había sido dicho. Solo faltaba arrestarlo ya que ya era culpable. Mario Sandobal fue juzgado y condenado por la voz “justicialista “y “Kirchnerista” antes de su arresto. Cuando esto fue obtenido, solo le quedaba la prisión. El resto era superfluo.  El respeto del derecho, de la presunción de inocencia, un legajo vacío y la ausencia de pruebas, ¿para qué complicarse? Para la justicia “justicialista “ a los órdenes (o “legítima”, según la terminología elegida por esos jueces militantes) es suficiente elegir a un hombre para hacer un culpable, y repetir una mentira para transformarla en realidad ayudados por ONG cómplices. Bienvenidos a la era de la post-verdad político-judicial. Como en “el Proceso” de Kafka[i] cuando la propietaria de la pensión donde se alojaba Joseph K, le dice “… sé bien que esta arrestado, pero no es como se arresta a los ladrones, cuando uno es arrestado como un ladrón, es grave, mientras que su arresto… me da la impresión de algo sabido que yo no comprendo”. A lo que él responde: “ no es sólo algo sabido , es la “nada” ridícula”. Estamos en la nada ridícula que nos aniquila porque no se puede luchar contra ella. No hay forma de agarrarla, no hay remedio para luchar contra el absurdo arbitrario.

Sobre Mario Sandoval, todo fue dicho, escrito, salvo la Verdad. Los peronistas y los miembros de las asociaciones terroristas de ayer son expertos de la manipulación de los hechos y de la instrumentación de la justicia. Se reinventaron hoy como “jóvenes idealistas” que luchaban contra la dictadura, borrando de un plumazo los crímenes atroces perpetuados en democracia y el gusto desmesurado por la violencia. Hoy, luego de haber expurgado de la justicia a todos los que no compartían ese proyecto de judicialización del pasado ( y luego de haberse exonerado a ellos mismos  de cualquier tipo de persecución) se transformaron en grandes defensores de los Derechos Humanos.

Enfin, defensores de” sus” derechos diríamos ante todo. Lo que no les impide en 2020 seguir exaltando la violencia política y atacar las Instituciones de la República Argentina, cuando no van en el sentido que ellos desean ó amenazan la impunidad de uno de sus miembros benefactores…

En un año ¿Qué pasó? Nada, la nada, el año zero del derecho, de la verdad, de la justicia del respeto a la presunción de inocencia, un año perdido. ¿Quién tomará en cuenta ese tiempo robado injustamente a un hombre, detenido arbitrariamente lejos de su país y de su familia?. El año2020 solo sirvió para privar arbitrariamente a Mario Sandoval de su libertad mientras que  todas las condiciones estaban dadas para que pudiese ser mantenido en libertad  esperando su proceso si es que este debía tener lugar. Fue  sometido a un examen de manera “retorcida”,  si haber sido jamás escuchado ni enfrentado a sus detractores y sin ninguna investigación. . En la Argentina Peronista, el poder judicial bajo órdenes no se preocupa por estos actos insignificantes antes de juzgar o condenar a un hombre por crímenes de” lesa humanidad”. No necesita pruebas, ni  confrontación con los “testigos” cuya sola palabra 40 años después de los hechos supuestos es suficiente para identificar como “torturador” o “represor”. ¿Qué nombre tiene esta “justicia”?

Mientras estos jueces hacen y deshacen la vida de los prisioneros políticos y de sus familias, más de 600 de entre ellos han muerto, esperando el proceso. ¿quién se preocupa por estas prisiones arbitrarias y por estos presos políticos detenidos provisoria y eternamente cuya edad promedio es de75 años? ¿Quién se preocupa por los muertos por Covid 19 detenidos, sin haber podido ver a los suyos y luego de habérseles negado  el arreglo de una pena o la libertad provisoria a la que podían legítimamente  acceder?

Durante este tiempo, por supuesto, los prisioneros próximos al poder, acusados de corrupción y de otras indelicadezas, fuero masivamente liberados. La justicia bajo las órdenes del “justicialismo”, la palabra maestra del “peronismo”. Esta célebre frase del General Perón “al enemigo, nada, ni la justicia, al amigo, ¡todo!” resume perfectamente esta situación. ¿quién se preocupa? Para la Comunidad Internacional se pone por delante el hermoso programa de “memoria, justicia y verdad” creado con todas las piezas para justificar la pseudo- legitimidad de los procesados de crímenes de “lesa Humanidad”, fuera de toda legalidad. La realidad es que esta puesta en escena no busca ni la verdad ni la justicia ni el juicio imparcial, y a toda vista, con una memoria parcial, donde los héroes son los terroristas de ayer.

En un país en crisis, el gobierno peronista y sus “militantes” se relamen con los “derechos del hombre” mientras que el pueblo argentino muere un poco más cada día, de Covid, de miseria, de hambre, de desesperación, de la represión que se extendió sobre el mismo desde hace unos meses, del caos y de la locura del confinamiento sin fin. En el país de los Derechos del Hombre (para algunos) se muere todos los días un poco, bajo la violencia, el caos, la miseria, librado a sí mismo, sin defensa. Los jueces, ellos , luego de un año extremo dedicado a mantener sus privilegios exorbitantes, estarán pronto de vacaciones y podrán disfrutar de sus bienes mal habidos mientras que cada día que pasa los aleja un poco más del Juramento que alguna vez hicieron. En cuanto a los Montoneros y a los numerosos adulones del “justicialismo progresista” en el poder, ellos pueden enorgullecerse del balance: El país tiene hoy en día más pobres que en los últimos 25 años y sobre todo entre los jóvenes. Esos pobres no cuentan para la inteligencia justicialista que los utiliza. No conocerán de los derechos del hombre más que una palabra vacía de contenido que no hará más que empeorar sus frágiles condiciones de existencia y de esperanza de una vida mejor. La multitud no les interesa a los revolucionarios aburguesados cuando ya no les sirve para conquistar el poder.

El 10 de diciembre último, para conmemorar el  día mundial de los derechos del hombre y terminar alegremente este 2020, el presidente y la Vicepresidente aclamaron a peronistas y montoneros en un acto oficial en la ESMA[ii]. Tristes tópicos. Este país en los confines del mundo es dirigido por nostálgicos de la violencia política, que justifican su acción en un discurso memorial hemipléjico donde las muertes causadas por ellos no cuentan, mientras persiguen a ancianos guiados por el único deseo de venganza. Sus derechos humanos son de geometría variable, y la falta de declaración para condenar las indignas elecciones organizadas por el régimen dictatorial de Venezuela demuestra que su «software» de los años 70 no ha cambiado.

La violencia política que gangrena este país desde los años 60 no desapareció luego de más de medio siglo. Se  perpetúa bajo el nombre de justicia, que no es más que una venganza ciega, arbitraria y una persecución política. Las prisiones argentinas se transformaron para estos hombres en “ prisiones del pueblo” utilizadas por los terroristas revolucionarios de los años 70 de dónde no saldrán vivos. A esto se llama hoy, según la terminología oficial del secretario de los derechos humanos, la lucha contra la “impunidad gerontológica”. ?como podemos cerrar los ojos y aceptar semejante barbarie en el siglo XXI? ¿ Cómo no indignarse con estas parodias de procesos judiciales  que se desarrollan bajo la presión y los insultos de los “ militantes” y donde cada sentencia está escrita con anterioridad? ¿ cuántos acusados son liberados por falta de pruebas, luego de interminables detenciones provisorias destinadas a abatirlos física y mentalmente? Apenas 10% de entre ellos. Está bien semejante taza de condenas opuesta a los resultados obtenidos por los delincuentes de delitos comunes. Por otra parte, tan pronto como uno de los detenidos está a punto de cumplir su pena, debe afrontar como por casualidad otro asunto, una nueva acusación, y así sucesivamente (¡el más viejo de los presos políticos -92 años-, acaba de ser condenado a cadena perpetua por séptima vez!).

Teniendo en cuenta los simulacros de juicio donde la defensa no puede hacer preguntas a los “testigos “ para no “revictimizarlos”,  dónde las partes civiles tienen todo el apoyo de la máquina estatal puesta a su servicio para ayudarlos   a “reconstruir la memoria” y dónde la sola palabra es suficiente 40 años después para poder condenar sin la menor prueba, aún cuando la defensa demuestra que se trata de una mentira, nos preguntamos cómo pudieron alcanzar el 100%. Solo que esto no tiene nada que ver con la justicia, pero sí con la arbitrariedad. Último detalle insólito, para acusaciones penales tan graves: estos procesos de la vergüenza se desarrollan ahora por Zoom, lo que permite acelerar su ritmo, y así mejorar las estadísticas de condenados para satisfacer las demandas de las «partes civiles»

Para el presidente de CASPPA France, la persecución absurda lanzada contra él desde hace 8 años continúa. La asociación que fundó continuará sin descanso denunciando estas injusticias hasta obtener su liberación y la de todos los prisioneros políticos acusados ilegalmente de haber cometido durante los años 70 crímenes de “Lesa Humanidad”.

Casppa France,

15/12/2020.



[i] «Le Procès», de Franz Kafka, fue publicado con el título original «Der Prozess» en 1925 en Berlín.

2020, année 0 pour les « droits de l’Homme » en Argentine.

2020, année 0 pour les "droits de l'Homme en Argentine


Le 15 décembre 2019, Mario Sandoval était extradé de la France vers l’Argentine. Son arrivée le lendemain à l’aéroport de Buenos Aires, où il était encadré par des forces de police argentines triomphales et surarmées, dans une mise en scène savamment orchestrée pour les médias locaux, donnait le ton de ce qui l’attendait.

Alors que son état de santé était notoirement incompatible avec un interrogatoire ou la moindre déclaration, (et après un voyage éprouvant où il était maintenu en permanence menotté), il a été immédiatement présenté au juge argentin en charge de “l’instruction”. Celle-ci était de toutes façons déjà rédigée de longue date, et il ne manquait plus que quelques espaces blancs à compléter par ce dernier, qui, comme attendu, clôturait ainsi l’affaire à charge, puisqu’elle était déjà entendue. Nul besoin de l’auditionner, puisqu’il était coupable. Et ce alors qu’il n’a cessé de demander à être entendu, et s’est toujours tenu à la disposition de la justice.

Il faut dire que le “procès” de Mario Sandoval avait commencé il y a déjà 11 ans, par un article absurde publié par la “Pravda” argentine, repris par tous les « témoins » dans leurs dépositions, et par le juge. Inutile donc de l’auditionner ou de se perdre dans un travail d’investigation, puisque tout avait déjà été dit. Il ne manquait que son arrestation, puisqu’il était déjà coupable. Mario Sandoval a été jugé et condamné par la vox “justicialiste” et “kirchneriste”, avant même son arrestation.  Dès lors que celle-ci a été obtenue, seule la prison l’attendait. Le reste était superflu. Le respect du droit, de la présomption d’innocence, un dossier vide et l’absence de preuves, pour quoi s’embarrasser ? Pour la justice « justicialiste » aux ordres (ou « légitime », selon la terminologie choisit par ces juges militants), Il suffit de désigner un homme pour en faire un coupable, et de répéter un mensonge pour en faire une vérité, reprise à l’envie par des ONG complices. Bienvenue dans l’ère de la post-vérité politico-judiciaire. Comme dans « Le procès » de Kafka[i], où la propriétaire de la pension logeant Joseph K, lui déclare « (…) je sais bien que vous êtes arrêté, mais ce n’est pas comme on arrête les voleurs. Quand on est arrêté comme un voleur, c’est grave, tandis que votre arrestation…elle me fait l’impression de quelque chose de savant que je ne comprends pas ». Ce à quoi Joseph K répond : « ce n’est pas seulement quelque chose de savant, c’est un néant ridicule ». Nous sommes dans la néant ridicule, qui vous anéantit justement car vous ne pouvez pas lutter contre lui. Il n’y a pas de prise sur le néant, ni de remède pour lutter contre l’arbitraire absurde.

Sur Mario Sandoval, tout a été dit, écrit. Sauf la vérité. Les militants péronistes et membres des organisations terroristes argentines d’hier sont des experts de la manipulation des faits et de l’instrumentalisation de la justice.  Après avoir réécris l’histoire comme elle leur convenait, ils se sont réinventés en « jeunes idéalistes » qui luttaient contre la dictature, effaçant ainsi d’un trait leurs crimes atroces perpétués sous la démocratie, et leur gout immodéré pour la violence. Aujourd’hui, après avoir expurgé de la justice tous ceux qui ne partageaient pas leur projet de judiciarisation du passé (et après avoir pris soin de s’exonérer eux-mêmes de toutes poursuites), ils sont devenus de grands défenseurs des droits de l’Homme. Enfin, défenseurs des leurs avant tout. Ce qui ne les empêche pas en 2020 de continuer à exalter la violence politique et d’attaquer les institutions de la République argentine, dès lors qu’elles ne vont pas dans le sens qu’ils souhaitent, ou menacent l’impunité de l’un des leurs.

En un an, que s’est-il passé ? Rien, le néant, année zéro du droit, de la vérité, de la justice, du respect à la présomption d’innocence, une année pour rien. Qui rendra compte de ce temps volé injustement à un homme, en détention arbitraire loin de son pays et de sa famille? 2020 n’aura servi à rien d’autre qu’à priver Mario Sandoval arbitrairement de sa liberté, alors que toutes les conditions étaient réunies pour qu’il puisse être maintenu en liberté en attendant son procès si procès il devait y avoir. Il a été mis en examen de façon bâclée, sans avoir jamais été entendu, ni confronté à ses détracteurs, et alors qu’aucune investigation n’a eu lieu. Dans l’Argentine péroniste de 2020, le pouvoir judiciaire aux ordres ne s’embarrasse guère de ces actes insignifiants avant de juger ou condamner un homme pour crimes contre l’humanité. Nul besoin de preuves, de confrontation avec les « témoins », dont la seule parole 40 ans après les faits supposés suffit à vous identifier comme « tortionnaire » ou « répresseur ». De quoi cette « justice-là » est-elle le nom ?

Pendant que ces juges-là font et défont la vie des prisonniers politiques et de leurs familles, plus de 600 d’entre eux sont décédés, en attendant leur procès. Qui se soucie de ces arrestations arbitraires et de ces prisonniers politiques en détention provisoire éternelle, dont la moyenne d’âge est de 75 ans? Qui se soucie des morts du Covid 19 en détention, sans avoir pu revoir les siens, et après s’être fait refuser l’aménagement d’une peine ou la liberté provisoire à laquelle ils pouvaient légitimement prétendre ?

Pendant ce temps, bien sûr, les prisonniers proches du pouvoir, accusés de corruption et autres indélicatesses, ont eux été massivement libérés. La justice aux ordres du «justicialisme», voilà  le maître mot du « péronisme ». Cette célèbre phrase du Général Péron « à l’ennemi, rien, ni la justice, à l’ami, tout », résume bien la situation. Pour la communauté internationale, on met en avant le beau programme « Mémoire, justice et vérité », pour justifier la pseudo-légitimité de ces procès pour crimes contre l’humanité, en dehors de toute légalité. Mais la réalité et le résultat est tout autre : cette mise en scène ne recherche ni la vérité, ni la justice, et a tout à voir avec une mémoire partiale, où les héros sont les terroristes d’hier.

Dans un pays en crise, le gouvernement péroniste et ses « militants » se gargarisent de « droits de l’homme », pendant que le peuple argentin se meure un peu plus chaque jour : du covid 19, de la misère, de la faim, du désespoir, de la répression qui s’est abattue sur lui depuis des mois, du chaos et de la folie d’un confinement sans fin. Au pays des droits de l’homme (pour quelques-uns), on meurt tous les jours un peu plus, sous la violence, le chaos, la misère, livré à soi-même, sans défense. Les juges eux, après une année harassante à lutter pour le maintien de leurs privilèges exorbitants, seront bientôt en vacances, et pourront ainsi jouir de leurs biens mal acquis, tandis que chaque jour qui passe les éloigne un peu plus de leur serment. Quant aux montoneros et à leurs nombreux thuriféraires parmi les membres du « justicialisme progressiste » au pouvoir, ils peuvent s’enorgueillir de leur bilan : le pays compte aujourd’hui plus de pauvres qu’il n’en a connu depuis 25 ans, et notamment chez les jeunes. Ces pauvres-là ne comptent pas pour l’intelligentsia justicialiste au pouvoir. Ils ne connaitront des droits de l’homme qu’un mot creux, vide de sens et de contenu, qui n’aura fait qu’empirer leurs maigres conditions d’existence, et l’espoir d’une vie meilleure. La multitude n’intéresse plus les révolutionnaires embourgeoisés, dès lors qu’elle ne leur sert plus à conquérir le pouvoir.

Le 10 décembre dernier, pour commémorer le jour mondial des droits de l’homme et terminer cette année 2020 en beauté, le Président et sa vice-présidente ont acclamé les péronistes et les montoneros au cours d’un acte officiel à l’ESMA[ii]. Tristes tropiques. Ce pays du bout du monde est dirigé par des nostalgiques de la violence politique, qui justifient leur action dans un discours mémoriel hémiplégique, où les morts causées par les leurs ne comptent pas, tandis qu’ils persécutent des vieillards guidés par le seul désir de vengeance. Leurs droits de l’Homme sont à géométrie variable, et l’absence de la moindre déclaration pour condamner les élections indignes organisées par le régime dictatorial du Venezuela aux abois démontre que leur « logiciel » des années 70 n’a pas changé.

La violence politique qui gangrène ce pays depuis les années 60 n’a en effet pas disparue, plus d’un demi-siècle plus tard. Elle se perpétue sous couvert de justice, alors qu’elle n’est que vengeance aveugle, arbitraire et persécution politique. Les prisons argentines sont devenues pour ces hommes accusés illégalement de crime contre l’humanité les « prisons du peuple », utilisées par les terroristes révolutionnaires des années 70, d’où l’on ne ressortait pas vivant. Cela s’appelle aujourd’hui la lutte contre « l’impunité gérontologique », selon la terminologie officielle du Secrétariat d’Etat aux droits de l’Homme. Comment peut-on fermer les yeux et accepter une telle barbarie au XXIème siècle ? Comment ne pas être indigné de ces parodies de procès qui se déroulent sous la pression et les insultes des « militants », et où chaque sentence est écrite à l’avance ? Combien d’accusés sont libérés faute de preuve, après des années interminables de détention provisoire destinées à les abattre physiquement et mentalement ? A peine 10% d’entre eux. C’est quand même beau, un tel taux de condamnation, d'ailleurs à l’opposé des résultats obtenus pour les délinquants de droit commun.  Dès que l’un des détenus est en passe de purger sa peine, il doit affronter comme par hasard une autre affaire, une nouvelle accusation, et ainsi de suite (le plus âgé des prisonniers politique -92 ans-, vient d’être condamné à perpétuité pour la 7ème fois !).  Compte tenu des simulacres de procès où la défense ne peut poser la moindre question aux « témoins » sous peine de les re-victimiser, où les parties civiles ont tout le soutien de la machine étatique mise à leur service pour les aider à « reconstituer leur mémoire », et où leur seule parole suffit 40 ans après les faits pour vous condamner sans la moindre preuve, même quand la partie adverse démontre qu’il s’agit d’un mensonge, on se demande bien comment ils n’ont pas atteint les 100%. Sauf que cela n’a rien à voir avec la justice et le procès équitable, mais tout avec l’arbitraire et une justice politique. Dernier détail insolite, pour des accusations pénales aussi graves : ces procès de la honte se déroulent maintenant par Zoom, ce qui permet d’en accélérer la cadence, et d’améliorer ainsi les statistiques de condamnés pour satisfaire aux demandes des « parties civiles ».

Pour le Président de Casppa France, la persécution absurde lancée contre lui depuis 8 ans continue. L’association qu’il a fondé continuera sans relâche à dénoncer ces injustices, jusqu’à obtenir sa libération et celle de tous les prisonniers politiques accusés illégalement et injustement d’avoir commis dans les années 70 des « crimes contre l’humanité ».

 

Casppa France, 
15/12/2020.

[i] « Le ¨Procès », de Franz Kafka, a été publié sous le titre original « Der Prozess » en 1925 à Berlin.

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