samedi 18 mai 2019

Rosenkrantz “No hay individuos de primera e individuos de segunda. Todos merecen la misma consideración y respeto”, salvo los Prisioneros Políticos.


El presidente de la CSJN realiza desde hace unas semanas reflexiones y proposiciones sobre la justicia, el ideal de juez, el derecho y otros principios que deben guiar en un Estado de derecho, pero sus palabras no son para la Argentina, porque el Dr. Rosenkrantz, no puede ignorar la inseguridad jurídica imperante en el país como también la corrupción de la justicia, la percepción negativa de la sociedad hacia los magistrados y la justicia en general, un fuero federal que impunemente viola principios de legalidad, constitucionalidad y convencionalidad a un grupo social determinado, que la excepción es la regla en los ilegales delitos llamados de lesa humanidad, la influencia política en las decisión judiciales es una tradición, que la CSJN, tribunales inferiores y jueces federales violan los derechos humanos de más de 3000 personas por razones políticas y no jurídicas, así como otras numerosas irregularidades del poder judicial que se vive en el país desde más de 35 años. 

Así, en el congreso internacional sobre crimen transnacional, el viernes pasado, https://www.clarin.com/politica/rosenkrantz-solo-derecho-penal-mueve-distintas-velocidades-delito_0_oPS4RduzW.html  declaró entre otras interesantes reflexiones que:

 Lo que caracteriza a una sociedad como democrática y constitucional es que su convivencia está articulada por las reglas jurídicas que dicha sociedad se da a sí misma. Estas reglas deben ser establecidas de antemano por un consenso mayoritario y deben respetar ciertos derechos fundamentales":
·        Esas características desaparición de la sociedad argentina por la presencia de la política en las decisiones judiciales, estableciéndose una inseguridad jurídica institucional. Ese punto de ruptura fueron los fallos de la CSJN al declarar oportunamente la constitucionalidad de las leyes 23492 y 23 521 para que 17 años más tarde, ella misma por la presión (amenazas) de sectores políticos, sociales, parlamentarios, ONG radicalizadas, manifestaciones importantes, declaró esas leyes inconstitucionales como también algunos indultos del presidente Menem. Posteriormente otros fallos justificaron la retroactividad penal, la responsabilidad penal colectiva, la analogía penal, no reconocer la prescripción, cosa juzgada, el 2x1, excepciones diversas, así se desacralizó y se deslegitimó la justicia argentina. La justicia y la CSJN en particular se transformaron en la Constitución Nacional e interpretación subjetiva para la aplicación de las Convenciones internacionales.

"Los jueces necesitamos argumentos que sean no solo claros y precisos sino además y fundamentalmente profundos".
·        Esas virtudes jurídicas, que llama el presidente de la CJSN, como la precisión y claridad, así que la profundidad, están ausentes de la justicia argentina. La justicia del fuero federal en Argentina jamás buscó aplicar esos principios a los acusados en los ilegales juicios de lesa humanidad, siempre violó sus principios fundamentales, convencionales y derechos humanos.

"No hay espacio alguno para que haya reglas procesales y de imputación más laxas o menos exigentes para ciertos tipos de delitos. Dicho metafóricamente: en nuestra Constitución no hay varios derechos penales fragmentados que admiten garantías de distinta intensidad dependiendo del tipo de delito que se trate. Tampoco hay un solo derecho penal que se mueve a distintas velocidades según el tipo de delitos",
·        Sería correcto y cierto en todos los sistemas democráticos, de Estado de derecho y de seguridad jurídica, pero en Argentina no lo es. Afirmarlo es faltar a la verdad ¿Como justifica en derecho positivo, las ilegalidades utilizadas por la justicia para llevar adelante los juicios de lesa humanidad? El código penal se movió a velocidades inimaginables porque se hace decir a la ley y al código penal lo que ellos no precisan. Con una interpretación sobrenatural del código penal y otras normas obscuras, se encontró siempre un culpable, poco interesaba si la infracción penal existía o no.

No hay individuos de primera e individuos de segunda. Todos merecen la misma consideración y respeto. Esta es una verdad crucial. Y hay que ser extremadamente cuidadoso con la tentación de establecer excepciones, ni siquiera cuando pueda pensarse que dichas excepciones son necesarias para la realización de objetivos colectivos valiosos como, por ejemplo, incrementar la seguridad o disminuir el daño que puede causar la comisión de ciertos delitos". En la formulación de esas excepciones supuestamente justificadas "está siempre latente la tendencia peligrosa de poner al otro en el lugar del enemigo, de alguien que no cuenta y que, por ello, no merece el mismo trato."
·        El presidente de la CSJN se refiere al paraíso judicial porque en Argentina no es así. Los más de 3000 hombres y mujeres acusados ilegalmente de lesa humanidad son individuos marginalizados de la justicia y la sociedad, no tienen derecho a nada salvo a callarse. Son seres sin derechos humanos. En las cárceles no tienen los mismos derechos que los otros internos. En la justicia por el tipo de acusaciones los actos procesales son diferente con relación a los acusados de delitos comunes. La justicia siempre encuentra una excepción para justificar porque no otorgar a esos acusados el mismo trato procesal. Estas excepciones son en realidad suspensión de garantías constitucionales y convencionales, pero nadie se preocupa por ello.

Las personas que no reciben el mismo trato, son víctimas de tratamientos inhumanos y degradantes, regularmente discriminados, humillados, se les violan sus derechos humanos. Esos acusados ilegalmente de lesa humanidad son los ex agentes del Estado, médicos, abogados, sacerdotes, magistrados, empresarios, que, en los años 70, defendieron las instituciones del Estado y la sociedad de los ataques armados de grupos terroristas que buscaban tomar el poder por las armas. Hoy están en prisión, con detenciones domiciliarias, enfermos, mayores de 70 años. 

Dr. Rosenkrantz, usted no puede ignorar esta situación, ocultarla, callarla o mirar para otro lado, porque es usted el Poder Judicial y su discurso es contrario a la realidad judicial que viven los Prisioneros Políticos. O usted dice la verdad y busca la solución, o solo dice buenas palabras sin importarle la verdad, la libertad y la vida de individuos que merecen las obligaciones positivas del Estado. Paris, 18 mayo 2019. CasppaFrance

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