En
la conferencia internacional “rol de acceso a la justicia en la construcción de
sociedades justas, pacificas e inclusivas”, el presidente de la CSJN recuerda
los “cambios normativos que el servicio
de justicia sin dudas necesita para funcionar mejor” que públicamente se
refirió en otras ocasiones, confirmando así que aún a la fecha el
funcionamiento de la justicia no es el óptimo necesario. Pero lo más
importante es el análisis que responde “a
la cuestión de
qué puede hacer
la judicatura argentina, dadas las reglas que ya existen, para que el
sistema de justicia sea más sólido, independiente e inclusivo” https://www.cij.gov.ar/nota-34405-Rosenkrantz-y-Highton-participaron-de-la-apertura-de-la-conferencia--El-rol-del-Acceso-a-Justicia-en-la-construcci-n-de-sociedades-justas--pac-ficas-e-inclusivas-y-la-realizaci-n-del-ODS-16--.html
es decir que en Argentina 2019 la justicia no es completamente ni solida ni
independiente lo que pone en peligro las garantías constitucionales y
convencionales de los individuos como también los inversiones extranjeros. Interpela
aún más porque la seguridad jurídica no puede tener una existencia parcial o
superficial, ¿ella existe o no? Esa preocupación la manifestó el presidente de
la Nación en sus 10 puntos del Acuerdo porque constató que para la percepción nacional
e internacional hoy en Argentina la seguridad jurídica es inexistente.
El
Dr. Carlos Rosenkrantz, presente el rol ideal de un juez (el deber ser) en una democracia constitucional. La primera
responsabilidad de un juez en una sociedad de ese tipo es, entonces, determinar
qué dicen las reglas de su comunidad para casos concretos y, cuando las
reglas son oscuras o imprecisas, determinar cómo pueden expandirse o
precisarse de un modo consistente y armónico con las normas claras y conocidas
de dicha comunidad. “Y los jueces deben
comprometerse con esta
tarea mediante la
reflexión honesta”, dice el
presidente de la CSJN.
Pero
la realidad muestra lo contrario.
Lo
jueces en Argentina se fundan en analogías (dudosa) de normas inexistentes del
mundo inteligible de los individuos interpretándolas de manera subjetiva e ideológica.
Así, esos magistrados (sin esa reflexión honesta), determinan sobre situaciones concretas cuando no hay
reglas (ni oscuras o imprecisas), ni normas positivas, escritas, públicas. Pese a ello, la justicia
acusa, juzga, condena. ¿Como el individuo puede conocer algo que no existe y
ser responsable de hechos ex nihilo?
No
escapará al presidente de la CSJN, que sus observaciones son ejercidas por la
justicia argentina en los ilegales juicios de lesa humanidad, sin que ninguna
autoridad del Poder Judicial ponga freno a esa ilegalidad. Es ese universo de
la inseguridad jurídica que viven más de 3000 prisioneros políticos que en los años
70, protegieron las instituciones del Estado y la sociedad de los ataques
armados de grupos terroristas que buscaban llegar al poder por las armas. Esos
hombres y mujeres, médicos, abogados, magistrados, académicos, empresarios, ex
agentes del Estado, hoy son ilegalmente acusados de lesa humanidad. La justicia viola impunemente todos
sus derechos humanos, constitucionales y convencionales.
Dr.
Rosenkrantz, el modelo de juez en una democracia constitucional que usted desea
hoy no existe en Argentina. Que sus esfuerzos se puedan hacer realidad porque la
Nación y la sociedad argentina merecen un Estado de derecho, donde las obligaciones positivas se apliquen realmente, no desconfiar de los jueces de la Nación, ni pensar en la corrupción en el Poder Judicial o continuar en una inseguridad jurídica.
Paris, 12 mayo 2019. CasppaFrance.
Totalmente de acuerdo
RépondreSupprimerGracias por vuestra contribucion y del interes por el articulo. Esperando que el juez ideal se presente. Saludos cordiales MS
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