La mentira como verdad: una cultura nacional.
https://www.ambito.com/la-desesperanza-creernos-la-mentira-n5033316
A la lista de mentiras que describe Manuel
Adorni de manera oportuna, concreta y pertinente, hay que agregar que el
gobierno impuso una mentira oficial como dogma, un revisionismo histórico, pero
por el bien del país, como en Provincia de Buenos Aires por ley 14910. Además, impusieron
la impunidad y la corrupción en la justicia para respetar los Derechos Humanos cuando
en realidad es violarlos. Mintieron diciendo que, a los ex agentes del Estado,
magistrados, sacerdotes, abogados, empresarios, que no integraron los grupos
terroristas de los 70 y que protegieron las instituciones del Estado y la sociedad,
se les podía violar excepcionalmente sus derechos fundamentales porque que así se
hacia memoria, justicia, verdad. Mintieron diciendo que para no revictimizar los
miembros de grupos terroristas que dejaron más de 1500 victimas es preferible
no llevarlos ante la justicia penal. Hicieron creer que 30000 es igual que 6000
porque la verdad en las cifras es secundaria. Mintieron diciendo que, a los ilegales
acusados de lesa humanidad, mayores de 70 años, enfermos, hay que dejarlos
morir en prisión por seguridad de la sociedad. Hicieron creer que los
prisioneros ilegales acusados de lesa humanidad se les debe aplicar la
retroactividad penal, la responsabilidad penal colectiva, la analogía penal,
prisiones preventivas ilimitadas, no reconocerles la prescripción, las amnistías,
el debido proceso…en nombre de los derechos humanos, la constitución y
convenciones internacionales. Convencieron a la sociedad que vivir divididos,
enemistados, con los principios de no perdonamos, no nos reconciliamos, no olvidamos,
es mejor para el futuro de la Nación…El ciudadano argentino está tan socializado
con las mentiras como verdad por parte de los gobiernos y los actores de influencia
que cuando alguno de ellos quizás dice la verdad, lógicamente, nadie puedo verlo
como una verdad.
La
minoría de argentinos que quiere cambiar la real cartografía de la mentira debe
comenzar por decir la verdad de los reales problemas en el país, sobre su historia
reciente, las violaciones a los derechos humanos que sufren las personas acusadas
y condenadas por delitos de lesa humanidad. Referirse a la corrupción y la
impunidad de la justicia, no tener miedo de hablar lo incorrectamente político. Proponer que sociedad quiere para el futuro.
Así, esa minoría dejará de serlo para pasar a estadios superiores, y no será una
mentira. Paris, 24 mayo 2019, CasppaFrance.
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