El editorial del
diario La Nación de fecha 14/02/2020, “imponer la falsedad y la memoria
incompleta”, reviste de una importancia capital porque el futuro de la
Nación no se puede construir constantemente con mentiras y engaños.
Por segunda vez
se busca imponer un revisionismo histórico utilizando lo político. La primera
se realizo en la Provincia de Buenos Aires con la ley de entonces gobernadora,
que imponía la obligación de referir el numero de 30.000 desaparecidos, cifra
inexistente, inventada para obtener la consideración internacional de la figura
del inexistente genocidio. Y en esta ocasión el gobierno del abogado Fernández,
desea instalar por ley una mentira a nivel nacional.
Poco importa a
este gobierno, si se violan principios constitucionales, convencionales, o se
prohíba el libre ejercicio de investigadores, historiadores, publicar
libremente sus ideas, sus opiniones, porque el objetivo final de los Fernández
y sus asociados no es solamente mentir, manipular u desinformar los hechos de
los anos 70, sino que busca la impunidad para los terroristas de esos anos que
cometieron innumerables crímenes y delitos.
También se
orienta hacia una dictadura donde pensar, publicar, opinar, hechos o actos
opuestos a los determinados dogmáticamente por el poder político serán
penalmente reprensibles.
Con el ilegal
proyecto propuesto por un exterrorista, hoy subsidiado y mantenido como tantos
otros, por el gobierno de Francia, se proyecta destruir o la libertad, vigilar
palabras, ideas, pensamientos.
Estos neo
terroristas, quieren destruir la verdad, suprimir la historia, propagar el
odio (Michel Onfray, Théorie de la Dictature, Editions Laffont, 2019).
Solo los
argentinos pueden poner fin a la sistemática y continua violación a sus
derechos humanos.
Quizá llego el
momento de decir basta.
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