Los iluminados
exterroristas argentinos y sus defensores, políticos, ideólogos radicados y
subsidiados en Francia, reunidos en sendos organismos de “DD.HH”, propusieron
al presidente Alberto Fernández no solamente atacar la memoria de las victimas
del Holocausto, sino también obtener la impunidad total de los crímenes que
cometieron en los 70 en Argentina al intentar tomar el poder por las armas.
Buscar comparar
una población civil desarmada, estigmatizada por su raza o religión (el pueblo
judío) con terroristas de los diversos sectores socio profesionales que
mediante la utilización indiscriminada del robo, secuestros extorsivos, bombas
y asesinatos aterrorizaron a la sociedad argentina, es re-victimizar al pueblo
judío, mentir en la presentación del proyecto y cobardemente negarse a asumir
su probada responsabilidad.
En el caso
Argentino, fueron organizaciones terroristas, las que enfrentaron los agentes
de Estado. Buscaron tomar el poder por las armas, no defendían ni luchaban por
la justicia, la sociedad, el Estado de derecho, la justicia y aun menos por los
derechos humanos.
Como comparar
entonces las victimas judías con miembros de estos grupos terroristas, hacerlo
es hacer revisionismo político tendencioso y menoscabar el Holocausto.
Los autores de
ese proyecto merecen el repudio de la sociedad, de la comunidad judía, de los
verdaderos defensores de los derechos humanos, porque mañana dirán que los
combatientes del Isis son combatientes por la libertad y serán homenajeados por
los terroristas argentinos en Paris.
Viene al caso
mencionar como ejemplo los recientes hechos en Francia de “Charlie Hebdo” o los
atentados de noviembre de 2015 con mas de 130 muertos y 400 heridos ; situación
equiparable, como si el gobierno de Francia indemnizara a los terroristas
abatidos por las fuerzas de seguridad en los sucesos mencionados, y a posterior
juzgase a las fuerzas de seguridad que actuaron en esas oportunidades por
delitos de “Lesa Humanidad”.
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