Los Fernández, asociados al clan K,
por una ideología de tiempos pasados, frenan el progreso científico, la
innovación, la creatividad, que son motores para superar las crisis, reducir la
pobreza, fomentar el desarrollo como también modernizar los sectores de
investigación industrial, tecnológica, científica.
Al dúo presidencial y sus seguidores
indudablemente no les interesa alentar la inteligencia artificial, la robótica,
la nanotecnología, la biotecnología, la tecnología nuclear, espacial, las
neurociencias. De lo contrario: ¿Cuáles son los proyectos y las asignaciones
presupuestarias para esos sectores?
“INEXPLICABLE SUSPENSION DE LA LEY DE
ECONOMIA DEL CONOCIMIENTO”, se alarma el editorial de la Nación del 04 de
febrero de 2020. Cinco argumentos describen que afectan esa suspensión,
afirmando que “con la suspensión de la ley, crece la desconfianza en el
país, caen las inversiones, se pierden divisas y nuevos empleos”, agregado
a la evidente catastrófica situación que vive el Estado argentino.
María Eugenia Estensoro, en su
opinión “PAREN EL MUNDO, QUE LA ARGENTINA SE QUIERE BAJAR” del día de 5 de
febrero de 2020 en el diario La Nación, describe los cinco pilares que los
países mas ricos comprobaron como amenazas y oportunidades, reconociendo “que
aquellos países que no logren un lugar en la cuarta revolución industrial,
impulsada por la innovación científico – tecnológica, quedaran mas
empobrecidos, atrasados y vulnerables que nunca”. La suspensión de la ley de
economía del conocimiento va en esa dirección.
En el informe 2019 publicado por
Property Right Alliance, la Argentina ocupa el puesto 86 sobre 71 países en el
índice internacional sobre barreras de comercio, y el puesto 82 sobre 129
países en el índice internacional sobre la protección de los derechos de
propiedad. En ambos indicadores, se analizan numerosas temáticas, siendo el
asociado argentino, la fundación Libertad (Diario Clarin 21 de febrero de
2020).
El gobierno nacional en plena
confusión afirma en la Nación del 21 de febrero de 2020 : “INDUSTRIA Y
CONOCIMIENTO, LOS DESAFIOS DEL SIGLO XXI” en donde el ministro de desarrollo
productivo, presenta proyectos propios de campana electoral, pero no de un
programa de gobierno sobre la economía del conocimiento. El ministro Matias
Kulfas, presenta un catalogo de buenas intenciones, proyectos que llevaran
tiempo implementarse y ver algún resultado, hasta hablo de clústeres
productivos. ¿A qué se refiere, donde se instalaría, como funcionaria el sector
de actividad?
Lo sorprendente es que el ministro
Kulfas no hablo de presupuesto, ni de distribución sectorial, pese a la reforma
que el Poder ejecutivo envió al Congreso, en una nueva ley de economía del
conocimiento. Es una promesa mas que solo esta destinada a los que creen en el
Clan K.
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