mercredi 2 août 2023

¿Porqué la política “memoria, verdad, justicia” no solamente es una mentira sino también un fracaso?

 

Lejos de estar apaciguada, la Argentina Kirchnerista esta de nuevo al borde del colapso social, económico y político.


En Argentina desde la llegada al poder de los Kirchner hace 20 años, hubo una utilización política del pasado reciente no solamente para confortar su poder sino para tapar a los verdaderos problemas del país1, que los políticos pertenecientes al partido oficialista han sido incapaces arreglarlos.

Después de un proceso de justicia transicional llevado a cabo desde 1983 a pesar de las dificultades, las heridas del pasado se habían apaciguado poco a poco, la sociedad aspirando a seguir adelante. Pero era sin contar con estos políticos corruptos e dispuestos a todo para imponer un poder absoluto. Toda esta historia esta bien detallada en el libro “el Pacto2”: llegó al poder con una minoría de votos y sin mayoría en el congreso, Nestor Kirchner se alió con los “muchachos” de ayer y la parte la mas radicalizada del arco político, a cambio de ofrecerles la venganza que reclamaban con sus enemigos de ayer.

Por primera vez en la historia argentina, la justicia fue utilizada como arma, quitándole todo lo que normalmente está prohibido en los juicios penales, en un proceso llamado “memoria, verdad, justicia”, llevado a cabo por el poder ejecutivo. Esta “política de Estado” no fue otra cosa que unas medidas de fuerza del poder ejecutivo en el judicial y legislativo. Primero con la amenaza de hacer un juicio político a los jueces de la Corte que no estaban de acuerdo para votar la inconstitucionalidad de las leyes de amnistiá. Luego con la construcción de una jurisprudencia violando los principios de la no retroactividad penal y de la no aplicación de pena sin existencia de una ley al momento de los hechos, e finalmente con la construcción de un derecho penal “especifico” para los inculpados, negando la igualdad ante la ley. Todo eso en violación de la Constitución nacional, y de las Convenciones internacionales.

Así se ha instalado ilegalmente la figura judicial del delito de lesa humanidad, para justificar la imprescriptibilidad, y la del genocidio para terminar una vez por toda de la teoría de “los dos demonios3”. Utilizaron por eso el argumento curioso que “la tipificación del genocidio es parte del movimiento popular y de las producciones académicas4. Como él Dr Rosler lo ha justamente señalado, esto argumento fue utilizado “Como el artículo 2 del Código Penal Alemán de 1935 que permitía castigar todo hecho considerado como punible “según el sano sentimiento del pueblo””, es decir la inspiración y naturaleza real de esa “política de Estado” que no esta otra cosa que una tiranía dizfrazada.

Desde mas de 20 años, no pasa un día sin que hay un “juicio de lesa humanidad”, en realidad un espectáculo, con una puesta en escena digna de los juicios políticos de Moscú, la nueva tecnología ademas. Hicieron hasta una pagina web especializada5, con los juicios-cirkos por zoom en directo, un contador de “genocidios” condenados, y la lista completa de ellos. No importa si la mayoría dentro ellos están muertos sin condena, y así deben ser considerados inocentes, o que los otros están a la espera del resultado de un recurso. El ritual de los “testigos-victimas”, de las organizaciones llamadas de defensa de los derechos humanos, de las querellas, siempre esta lo mismo, y siempre da el mismo resultado, con un guion ya escrito y una sentencia ya decidida. Así el resultado de cada juicio no tiene suspense, y a la excepción notable de algunos amigos del poder Kirchneristo, la condena esta garantizada a pesar de la ausencia de pruebas en una gran parte de esos juicios, donde una acusación equivale una condena.

Estos juicios ya no interesan a nadie, salvo a los acusados y sus familias. Pero sus consecuencias están a la vista de todos : unas heridas del pasado reabiertas, el odio generalizado, el control de una gran parte de la justicia por el poder ejecutivo, un enriquecimiento de algunos organismos e personalidades, una memoria oficial impuesta que ignora la historia, unas victimas del terrorismo ignoradas, la desconfianza en la justicia, la inseguridad jurídica…

Pero esa política de Estado no se detiene allí. Ella va mucho mas allá de la persecución judicial ilegal, sino de la persecución por el Estado y las organizaciones auto-denominadas de defensa de los derechos humanos. Es decir que cada vez que hay una decisión judicial que no les gusta, hacen presión y amenazas para revestirla, con toda la fuerza publica. Los “escraches”6 son parte del folklore utilizado, bajo la excusa de que “si no hay justicia, hay escrache”, e sin que las fuerzas policiales jamas intervengan. 

 


Pero mas allá de la acción judicial, es en el terreno social, cultural y de la educación que esta política fue la mas activa, instrumentalizando el dolor hasta el infinito. Y en eso ámbito, hay que reconocer que fueron muy activos y han tenido un gran éxito, con una propaganda de una memoria revisionista desde la escuela primaria, que, según la ensayista Beatriz Sarlo propone “una versión simple del pasado, con buenos y malos”. En realidad esta corriente ideológica hace “un uso político de la historia, sin aceptar la actitud crítica y racional de esa disciplina, y tiene como objetivo instalar una historia oficial, negando, minimizando o contestando, en el caso argentino, los atentados, secuestros, crímenes, delitos, cometidos por las organizaciones terroristas de los 707.

Es así que, por la desgracia del país, lamentamos que el filosofo Tzvetan Todorof, quien había publicado sus impresiones de los lugares de memoria en Argentina en 2010, no fue escuchado. En este momento, el había detectado ya que algo andaba mal en esta política denominada “memoria, verdad y justicia”: “En ninguno de los dos lugares que visité vi el menor signo que remitiese al contexto en el cual, en 1976, se instauró la dictadura, ni a lo que la precedió y la siguió. (…) no deja de ser cierto que un terrorismo revolucionario precedió y convivió al principio con el terrorismo de Estado, y que no se puede comprender el uno sin el otro.”8

Los Kirchner han elegido encerar a los argentinos en una “ilusión maniquea” de una memoria revisionista que divide la sociedad en buenos y malos, víctimas y verdugos, inocentes y culpables. Es así que, por pura ambición del poder absoluto, estos políticos decidieron hace 20 años implementar una “política de Estado” mortífera, que no se puede discutir, como si era un dogma religioso. El resultado esta a la vista de todos : una nueva generación radicalizada de militantes repite esas mentiras como un “mantra”. Esto grupo se ha beneficiado tanto con esta política que viene de lanzar como nuevo lema de campana : la “generación diezmada9”. Un “legado” de esa politica, destinado a mantener los Kirchner y sus aliados al poder a pesar de sus resultados catastróficos, para garantizar su impunidad.

Es la hora de dejar atrás esto maniqueísmo revisionista para vivir con una historia común, aunque a veces dolorosa, y así poder así seguir adelante. Como ya algunos lo han entendido, la batalla es cultural, y el tema de esta “política de Estado” ineludible en esta campana electoral para los candidatos que dicen que quieren terminar con una época que ha hecho tanto daño.


1) Fueron las primeras elecciones presidenciales que se realizaban después de la crisis económica, social y política de 2001 que había hecho colapsar las representaciones políticas bajo la consigna «que se vayan todos».

2) El Pacto, escrito en 2020 por la Asociación de Abogados por la Justicia y la Concordia, detallela historia del acuerdo Kirchner-Verbitsky destinado a someter la Justicia a un proyecto político que consagre la impunidad y sirva de herramienta de persecución a opositores”.

3) Teoría mencionada en el prologo original del informe de la CONADEP, que ha sido modificado en la versión de 2006.

4) Segun Malena Silveyra y Valeria Thus, abogadas de la Universidad de Buenos Aires, en un articulo publicado en el diario “Pagina 12” : “Soy todo lo que recuerdo”.

5) http://www.juiciosdelesahumanidad.ar/

6) Según la RAE, escrachar es una palabra de uso en Argentina y Uruguay que quiere decir: 1) Romper, destruir, aplastar. 2) Fotografiar a una persona ; se ha convertido en el lema del colectivo H.I.J.O.S. para revindicar sus acciones violentas destinadas ha hacer presión contra todos los que el designa como “culpable”.

7) Leer el articulo publicado en este sitio web en 2019 sobre el revisionismo histórico https://www.casppafrance.org/2019/09/rechazar-el-revisionismo-historico-en.html

8) Poco después de su visita, el filosofo volcó sus impresiones en una nota en el diario español El País, con el título "Un viaje a Argentina", en la cual se expresó muy críticamente sobre la política de memoria, justicia y verdad.

9) https://www.pagina12.com.ar/552524-generacion-diezmada

 Casppa France,

02/08/2023. 

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